GRENFELL LA TORRE DEL DOLOR
La respuesta institucional al incendio el pasado 14 de junio del bloque de viviendas Grenfell fue “muy deficiente”, dice el documento, encargado por la organización benéfica Muslim Aid, sostiene que la gestión del ayuntamiento del distrito de Kensington y Chelsea, donde se ubica la torre de 24 plantas hoy calcinada, fue especialmente mala “en los primeros días clave”, y “el daño causado entonces fue difícil de resolver después”.
El informe señala que los ciudadanos y el sector de organizaciones
voluntarias “llenaron el vacío” dejado por la falta de liderazgo municipal y
estuvieron “en la primera línea de la respuesta”, y, aunque también hubo al
principio problemas de coordinación, demostraron “una acción mas efectiva”. El director de Muslim Aid, Jehangir Malik,
que dirigió parte de la operación de voluntariado sobre el terreno, lamentó la
respuesta “caótica” de las autoridades, más propia, dijo, de un país “en vías
de desarrollo”, y afirmó que “esperaba que el Reino Unido estuviera mejor
preparado”.
Pero en medio de las criticas surgen los aspectos humanos y
de valor que tambien hacen parte de la historia de Grenfell, como la
clarificacion sobre el inquilino del apartamento donde empezó el fuego quien
por mas de un ano fue senalado y criticado: - “hizo lo correcto”, pues alertó a
los vecinos y a los servicios de emergencia, dijo su abogado ante la
investigación pública oficial.
El acoso mediático a Behailu Kebede, un taxista de origen etíope que residía en el bloque desde hacía 25 años, llegó a tal nivel que la policía “le ofreció protección”. Su abogado explicó que según lo establecido por la policía, el fuego se propagó con rapidez debido al revestimiento deficiente e ilegal del edificio, que albergaba viviendas de protección oficial. Cuando se percató del incendio, Kebede llamó a la puerta de sus vecinos del cuarto piso y esperó a que respondieran antes de volver a su vivienda para ponerse unos pantalones y salir del bloque de 24 plantas solo con el teléfono con el que llamaba a los bomberos. Y que no habia salido con sus maletas como lo dijeron en algunos medios.
Por lo cual se le exonera de toda responsabilidad. @LU 2018
El acoso mediático a Behailu Kebede, un taxista de origen etíope que residía en el bloque desde hacía 25 años, llegó a tal nivel que la policía “le ofreció protección”. Su abogado explicó que según lo establecido por la policía, el fuego se propagó con rapidez debido al revestimiento deficiente e ilegal del edificio, que albergaba viviendas de protección oficial. Cuando se percató del incendio, Kebede llamó a la puerta de sus vecinos del cuarto piso y esperó a que respondieran antes de volver a su vivienda para ponerse unos pantalones y salir del bloque de 24 plantas solo con el teléfono con el que llamaba a los bomberos. Y que no habia salido con sus maletas como lo dijeron en algunos medios.
Por lo cual se le exonera de toda responsabilidad. @LU 2018
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