LEER UNA COSTUMBRE QUE HAY QUE INCENTIVAR
Para muchas personas leer es un placer, un hábito, una forma de aprendizaje,
entretenimiento y un escape de la realidad, sin embargo, hay otras que no lo
hacen por desinterés o falta de tiempo, y ante este panorama,
el fomento a la lectura representa una tarea
fundamental e impostergable.
Son muchos los beneficios de adentrarse a un libro, entre
los más importantes se encuentran el enriquecimiento del conocimiento; además,
ayuda al desarrollo humano, del lenguaje, las habilidades mentales y alimenta
el funcionamiento del cerebro.
De acuerdo con los resultados del Módulo sobre Lectura
(MOLEC), levantado por el Inegi en febrero de 2016, los mexicanos leen en
promedio 3.8 ejemplares, por abajo de Chile con 5.4 libros al año, Argentina
con 4.6, Colombia con 4.1 y Brasil 4 libros anuales.
En promedio, la población encuestada dedica 38 minutos a la
lectura por sesión continua y el tiempo aumenta conforme se eleva el nivel de
escolaridad.
Quienes declararon que no leen ningún tipo de material, un
48.5 por ciento dice que no tiene tiempo, mientras que un porcentaje de 22.5
expone falta de interés como su principal motivo.
Los jóvenes de entre 17 a 22 años de edad expresaron que el
estímulo por la lectura proviene de los padres y maestros, en contraste con
grupos de mayor edad que presentaron porcentajes más bajos en este factor.
La agencia NOP World en su ranking de cultura “Hábitos de
medios” realizó un listado en función a cuánto tiempo dedican a la lectura las
personas en el mundo y los resultados arrojaron que en promedio son 6.5 horas
semanales.
La lectura mejora la capacidad de observación, atención,
concentración, análisis y espíritu crítico, además de generar reflexión y
diálogo; una persona puede divertirse, reflexionar, estimular y satisfacer la
curiosidad sobre los temas de interés y para ello se necesitan desarrollar
competencias que permitan aprovechar al máximo la experiencia de leer, sobre
todo a través de la práctica.
También, es un factor determinante para el desarrollo de
habilidades de los estudiantes, las cuales impactarán en su desempeño escolar y
laboral. Por tanto, la instancia señala que fomentar la lectura es una tarea
fundamental de todos: maestros,
directivos, familia y el resto de la comunidad escolar.
Se sugiere que, por
lo menos, cada ocho días, padres o familiares cuenten cuántas palabras leen los
estudiantes en un minuto. No se trata de obtener los valores máximos, sino el
mínimo suficiente, al menos, de acuerdo al grado escolar, y buscar después la mejora
constante; al mismo tiempo, se debe poner especial énfasis en que los niños y
jóvenes comprendan lo que leen.
El 23 de abril es un día simbólico para la literatura
mundial porque fue ese día pero de 1616 cuando fallecieron Miguel de Cervantes,
William Shakespeare y el Inca Garcilaso
de la Vega. Esta fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de
otros autores prominentes como Maurice Druon, Haldor K.Laxness, Vladimir
Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.
Ante ello la Conferencia General de la UNESCO, celebrada en
París en 1995, fue que decidió rendir un homenaje universal a los libros y
autores en esta fecha, alentando a todos, y en particular a los jóvenes, a
descubrir el placer de la lectura y a valorar las irremplazables contribuciones
de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la
humanidad. @LU
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