HISTORIAS OLVIDADAS - SOR JUAN INES DE LA CRUZ
La Monja Mexicana que
recitaba verdades
Sor Juana Ines de la Cruz, era una mujer que exploró sus ideas y talento
durante una época donde muy pocas mujeres podían hacerlo. Su nombre verdadero
era Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana y nació el 12 de noviembre de
1651. Entró a un convento de monjas a la edad de 16 años donde se le
esperaba que dedicara su tiempo a la oración y meditación pero Sor Juana, con
sus ideas y talento, decidió explorar el mundo de las ideas por medio de la
lectura, la conversación y también la escritura.
Sor Juana escribió ensayos sobre religión, poemas amorosos, comedias y una reflexión sobre su vida. Hoy en día sus obras son apreciadas y tienen gran estima. Su curiosidad y su capacidad de ser muy intelectual le trajo la enemistad de las autoridades de la iglesia .
Eventualmente fue obligada a renunciar a todos sus libros y hacer lo que la sociedad esperaba de alguien como ella.
Sor Juana murió el 17 de abril en 1695 después de ayudar a unas monjas enfermas durante una epidemia, a la cual ella también cayo, pero su obra no fue olvidada.
Hoy día Sor Juana es una persona muy importante en la literatura escrita en español y también la internacional.
Sor Juana se
defendió en una larga misiva autobiográfica, en la cual abogó por las derechos
culturales de la mujer y afirmó su derecho a criticar y a impugnar el tal
sermón. Sor Juana escribió ensayos sobre religión, poemas amorosos, comedias y una reflexión sobre su vida. Hoy en día sus obras son apreciadas y tienen gran estima. Su curiosidad y su capacidad de ser muy intelectual le trajo la enemistad de las autoridades de la iglesia .
Eventualmente fue obligada a renunciar a todos sus libros y hacer lo que la sociedad esperaba de alguien como ella.
Sor Juana murió el 17 de abril en 1695 después de ayudar a unas monjas enfermas durante una epidemia, a la cual ella también cayo, pero su obra no fue olvidada.
Hoy día Sor Juana es una persona muy importante en la literatura escrita en español y también la internacional.
No obstante, obedeció, y al efecto entregó para su venta los cuatro mil volúmenes de su biblioteca ("quita pesares", como la llamaba), sus útiles científicos y sus instrumentos musicales, para dedicar el producto de ellos a fines piadosos.
Las obras de Sor Juana no se han editado completas. Algunas piezas: Los Empeños de una Casa, Sonetos, Poesías Escogidas, Autos Sacramentales, etc., etc. han circulado intermitentemente, aisladas del grueso de su producción, algunas otras se han perdido.
Sus obras son más que un curioso documento para la historia de las costumbres coloniales y un claro testimonio de cómo la tiranía del medio ambiente puede llegar a pervertir las naturalezas más privilegiadas"... decian los criticos.
"los versos de amor profano de Sor Juana son de los más suaves y delicados que han salido de pluma de mujer". se ha dicho de su obra.
Ha pasado a la Historia con los significativos nombres con que la critica la ha bautizado: 'La Décima Musa","Fénix de México" y "La Monja Mexicana".@LU
REDONDILLAS
Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para prentendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende?,
¿si la que es ingrata ofende,
y la que es fácil enfada?
Mas, entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es de más culpar,
aunque cualquiera mal haga;
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
¿Pues, para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
Sor Juana
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