Frida Kahlo, una artista que creo su propio mito

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón nació el 6 de julio de 1907 en la Casa Azul del barrio mexicano de Coyoacán, el mismo lugar que la vio morir en 1954, cuando dejó atrás dos centenares de obras, un romance tan pasional como tormentoso con el muralista Diego Rivera y la huella de un carácter rebelde que rompió con los convencionalismos. Frida era una de las cuatro hijas de un padre judío-húngaro y una madre de ascendencia indígena-mexicana. Originalmente no planeaba el convertirse en una artista, pero la obra de quien escribiera en una de sus pinturas la memorable frase «Viva la vida» está marcada por la presencia del dolor. De pequeña, Kahlo contrajo poliomielitis y a los 18 años su vida dio un vuelco cuando el autobús en el que viajaba chocó con un tranvía. En el accidente se fracturó la espina dorsal y varios huesos, lo que le hizo permanecer en cama durante meses; por puro aburrimiento, según decía, comenzó a pintar, con lo que dejó de lado su idea de estudiar medicina. El dolor físico lo inmortalizó en óleos como «La columna rota», un autorretrato en el que su torso se abre en dos para mostrar una columna griega que se quiebra en su interior. Mientras que el sufrimiento psicológico también brota en sus creaciones, como se ve en «Henry Ford Hospital», pintura en la que plasma uno de los abortos que tuvo en la ciudad de Detroit (EE.UU.); no poder tener hijos fue una de sus grandes frustraciones. Frida fue una mujer que creo que propia imagen la misma que la inmortalizo y la ha convertido en un icono mundial. Tenia una mirada penetrante, boca carnosa y ojos dulces bajo unas cejas agresivas Cuidaba con esmero su aspecto: se vestía con los trajes típicos de las indias tehuanas, de faldas largas y enaguas ribeteadas. Para adornarse usaba collares, anillos y aretes de diseño precolombino y trenzaba sus cabellos sujetándolos con plumas y todo lo que tuviera a mano. Había diseñado su propio personaje. En vez de ocultar sus imperfecciones, las destacaba, desafiante. Por eso, en sus autorretratos el bozo que cubría su labio superior aparece exagerado y sus cejas negras remarcadas. Su historia artistica asi como su vida personal estan llenos de anecdotas,amores y desamores y muchas relaciones bisexuales, lo cual incrementaria mas la fascinacion por la vida de esta artista. En la primavera de 1953 la Galería de Arte Contemporáneo de Coyacan, le organizó, por primera vez, una importante exposición. La salud de Frida era muy mala por ese entonces y los médicos le prohibieron el asistir a la misma. Minutos después de que todos los invitados se encontraran en el interior de la galería se empezaron a oír sirenas desde el exterior. La muchedumbre enloquecida se dirigió al exterior, allí estaba una ambulancia acompañada de una escolta en motocicleta. Frida Kahlo había sido llevada a su exposición en una cama de hospital. Los fotógrafos y los periodistas se quedaron impresionados. Ella fue colocada en el centro de la galería. La multitud fue a saludarla. Frida contó chistes, cantó y bebió la tarde entera. La exhibición había sido un rotundo éxito. En la noche del 13 de julio de 1954 falleció en Coyoacán a los cuarenta y siete años., sus cenizas reposan en una urna precolombina, en la casa museo. El día de su entierro, el féretro fue cubierto con la bandera del Partido Comunista, en el cual militaban ella y su marido. Su epitafio fue “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”. Pero Frida Khalo vive hoy mas que nunca en la rica historia latinoamericana, en el arte mundial y en la mercadotecnia que aprendio a explotar su vistosa imagen. @LU

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